Sarna Sarcóptica en perros


La sarna sarcóptica es una enfermedad en piel causada por un ácaro llamado Sarcoptes scabei var canis, y es una causa muy común de consulta dermatológica. Estudios realizados en perros y en seres humanos han demostrado que ácaros aplicados sobre la piel pueden penetrar en 30 minutos y que tienen un ritmo de actividad circadiano. Después de la infección los ácaros se aparean en la superficie cutánea del huésped. 

Las hembras fertilizadas cavan en la epidermis y forman túneles a través de las capas superficiales a una velocidad de 2-3mm diarios. Los huevos eclosionan en pocos días. El ciclo vital tarda entre 14 y 21 días, dependiendo de las condiciones ambientales. 
La alimentación, la deposición de huevos y de heces en la piel exponen al huésped a los alérgenos de los ácaros que, en la mayoría de los perros infestados, inducen una respuesta inmunológica tanto humoral como celular (Bornstein y Zakrisson, 1993; Arlian y col., 1996).
Es una infección que provoca inflamación cutánea y la mayoría de las veces provoca mucho prurito (refractario o con baja respuesta a corticoides), que son factores predisponentes para desarrollar piodermas (infección en la piel).
Los pacientes que desarrollan esta patología  se caracteriza por desarrollar lesiones pápulo costrosas en cara, región periocular, bordes de orejas, región de codos, tarsos y el abdomen ventral y que eventualmente puede progresar e implicar la superficie de todo el cuerpo. 
Estos pacientes pueden presentar reflejo otopodal positivo (82% perros con sarna sarcóptica exhiben este reflejo comparado con solo el 6,2% de los perros afectados por otras enfermedades cutáneas; Mueller y col., 2001)

La sarna sarcóptica es una enfermedad muy contagiosa tanto para otros animales de la casa como también para las personas. El Sarcoptes scabei variedad canis ha sido aislado a partir de varias especies diferentes de caninos domésticos y salvajes y ha sido inoculada experimentalmente en conejos, cobayos, ovejas, cabras, terneras, gatos y seres humanos. Esta falta de especificidad en el huésped tiene implicaciones terapéuticas y de salud pública.
El contagio se produce por contacto directo o indirecto a través de fomites u objetos contaminados, tales como los instrumentos de peluquería, entre otros.
Por estas razones, es importante considerar el tratamiento simultáneo de todos los mamíferos en contacto con aquellos individuos afectados para limitar las posibilidades de infecciones cruzadas o reinfecciones; además de tratar el ambiente con un acaricida. 
En humanos es una enfermedad autolimitante, pero en personas con inmunosupresión, sea por estrés, quimioterapias, etc. o en adultos mayores y niños muy pequeños puede tener relevancia clínica.

El método más adecuado para el diagnóstico de la Sarna sarcóptica es el raspado cutáneo, el cual debe realizarse sobre las zonas más afectadas y en múltiples zonas del cuerpo. La observación microscópica de ácaros adultos, formas larvarias, huevos o cápsulas fecales, es diagnóstica.
Sin embargo, la obtención de resultados negativos  debe juzgarse en función de signos clínicos, dado que la posibilidad de falsos negativos es frecuente para Sarcoptes.